Hay menos proyectos de hidrógeno pero de mayor calidad. Los fondos comienzan a llegar


José Luis Crespo ocupará a partir de marzo el puesto de consejero delegado de Plug Power, cotizada en el Nasdaq, para iniciar una nueva etapa en la que Andy Marsh pasará a convertirse en presidente. Plug Power es uno de los principales productores de electrolizadores y cuenta con contratos en los principales proyectos de hidrógeno en España.

¿Qué cambios implica su nombramiento y qué planes manejan para la empresa tras una etapa que ha sido especialmente incierta?

He estado en Plug desde 2014 y en enero cumpliré doce años. Siempre he tenido un enfoque muy comercial. Entré como director comercial cuando vendíamos algo más de veinte millones y hoy estamos en torno a 700 millones. Cuando Andy decidió dejar el día a día se abrió un proceso para elegir nuevo CEO. La cuestión era si buscar a alguien que diera un giro radical o a alguien que continuara ejecutando el plan existente. Desde 2023, cuando el mercado del hidrógeno dejó de avanzar a la velocidad esperada, surgieron dificultades financieras y tocamos fondo en el primer trimestre de 2024.

A partir de ese momento pusimos en marcha planes que ya están dando resultados: mejora de márgenes, reducción del uso de caja y una hoja de ruta clara hacia margen neutral a finales de este año, margen positivo a finales de 2026 y rentabilidad entre 2027 y 2028.Dado ese progreso, el consejo decidió que quería a alguien que diera continuidad a la ejecución del plan. Y ahí entro yo. En esta etapa, lo más importante es convertir el “funnel” en pedidos reales. Desde el punto de vista estratégico no estoy pensando en hacer giros de 180 grados. Ajustaremos lo necesario según evolucione el mercado, pero seguimos centrados en material handling -donde llevamos quince años y trabajamos con clientes como Amazon, Walmart o BMW- y en generación de hidrógeno. Esta última área es clave porque nuestros clientes consumen sesenta toneladas diarias y necesitamos control sobre esa producción. Además, operar nuestra tecnología en plantas propias nos da una ventaja competitiva frente a otros fabricantes. Tenemos en operación una planta de 45 MW que mostramos a los clientes. También estamos acelerando proyectos como el de 25 MW en Castellón o el de Galp. En España parece iniciarse una segunda ola de inversión.

¿Cree que esto empezará a reflejarse en nuevos contratos?

Mi percepción es que en los últimos meses hemos visto más movimiento y que los proyectos avanzan hacia fases más reales. Hoy la actividad es menor en cantidad, pero mayor en calidad. Estamos más cerca de ver decisiones finales de inversión. Los fondos empiezan a llegar a los proyectos y eso permitirá que iniciativas con sentido económico avancen. En mi opinión, los proyectos más realistas ahora mismo son los de combustibles, no los de movilidad pesada, que en esta fase no van a prosperar.

La transposición del European Green Deal obliga a que muchos proyectos prácticamente tengan que ocurrir. Y cuando eso se combina con incentivos, el impulso se acelera. En Estados Unidos también vemos actividad creciente. Tras meses de espera por las elecciones, el nuevo proyecto legislativo aprobado por Trump no ha tratado al hidrógeno tan mal como se temía. El PTC, que se pensaba eliminar a finales de 2025, se extiende hasta 2027. Como muchos proyectos están en estados republicanos, los propios congresistas han presionado para evitar un desmantelamiento completo de los incentivos. Esto está llevando a que numerosos promotores intenten adelantar la ejecución para asegurar el crédito fiscal de 3 dólares por kilo. Creo que todo esto se traducirá en negocio para Plug en los próximos 12 a 18 meses.

Con las inversiones industriales ya realizadas, ¿tienen suficiente capacidad de fabricación?

Sí. La inversión de 2021-2023 se destinó a crear capacidad, no a “quemar” caja. Tenemos una fábrica en Rochester capaz de producir 2 GW de electrolizadores al año y otra en Vista que fabrica pilas de hidrógeno a un ritmo superior al de cualquier competidor. También adquirimos tecnologías que nos sitúan como líderes preparados para cubrir la demanda cuando llegue. La demanda no se disparó cuando esperábamos, pero si se acelera en los próximos meses estamos plenamente preparados. No ocurre lo mismo con todos los competidores.

¿Los planes de reducción de costes han afectado al empleo? ¿Cuál es la carga actual de las plantas?

Hemos ejecutado dos programas de reducción de plantilla, el último en marzo, para adaptarnos al volumen actual. Hay partes del negocio donde la flexibilidad es limitada, como las fábricas. Son inversiones ya hechas que generan un overhead que pesa en el margen con el volumen actual. En cuanto aumente la producción, el margen mejorará de forma exponencial. En personal hemos tratado de ajustar sin comprometer la capacidad de reacción si el mercado repunta. En ingeniería y desarrollo hemos sido especialmente prudentes porque es talento difícil de recuperar. En fabricación, donde hay más flexibilidad, los ajustes han sido más directos. Ahora estamos elaborando el plan de 2026 y adaptaremos los recursos según se materialicen los proyectos.

¿La situación os ha obligado a refinanciar o ampliar capital?

Hemos financiado este periodo de transición desde 2023 con algo de deuda, aunque Plug tiene muy poca deuda en relación con su balance, y con cierto nivel de dilución. La ventaja de Plug es que tiene gran liquidez en el mercado. Muchas empresas del hidrógeno no han logrado financiación en los últimos dos años. Nosotros, solo en 2024, hemos captado entre 600 y 700 millones de dólares. El último movimiento fue la aceleración de warrants con Heights, que aportó unos 340 millones. Con ello contamos con liquidez suficiente para financiar la compañía hasta que generemos caja, algo previsto para 2027

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky





Source link